[un/loquer] Los pueblos del mundo frente a los avances del capitalismo: Rio +20 y más allá

kalashnikov kalashnikov en otrabanda.org
Mie Jun 6 13:59:56 UTC 2012


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*Documento de Posicionamiento de La Vía Campesina*


*Los** **pueblos** **del** **mundo** **frente** **a** **los** **avances** **
del** **capitalismo:** **Rio** **+20** **y** **más** **allá*


Los gobiernos de todo el mundo se reunirán en Río de Janeiro, Brasil del 20
al 22 de junio de 2012, para supuestamente conmemorar 20 años de la "Cumbre
de la Tierra", la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, que estableció por primera vez una agenda global
para el "desarrollo sostenible". Durante esa cumbre, en 1992, se adoptaron
tres convenios internacionales: el Convenio sobre la Diversidad Biológica,
el Convenio de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio de
Lucha contra la Desertificación. Cada una de ellos prometía poner en marcha
un conjunto de acciones destinadas a proteger el planeta y la vida sobre
él, y contribuir a que todos los seres humanos gocemos de una vida digna.

Muchas organizaciones sociales en ese momento saludamos y apoyamos con
esperanza las nuevas convenciones. Veinte años después, vemos que las
causas reales del deterioro ambiental, económico y social siguen sin ser
atacadas. Peor aún, nos alarma profundamente que la próxima reunión de
junio servirá para profundizar las políticas neoliberales y los procesos de
expansión capitalista, concentración y exclusión que nos tienen hoy
envueltos en una crisis ambiental, económica y social de gravísimas
proporciones. Bajo el nombre engañoso y mal intencionado de “economía
verde” , hoy se anuncian nuevas formas de contaminación y destrucción
ambiental, así como nuevas olas de privatización, monopolización y
expulsión desde nuestras tierras y territorios.


La Vía Campesina se movilizará para este evento, representando a la voz
campesina en el debate mundial y defendiendo un camino diferente de
desarrollo, arraigado en el bienestar de todos y todas, que garantice los
alimentos para todos, que proteja y garantice que los bienes comunes y los
recursos naturales estén al servicio de un buen vivir para todas y todos y
no de las necesidades de acumulación de unos pocos.

*20** **años** **después:** **el** **planeta** **y** **la** **humanidad** **
en** **crisis*

20 años después de la Cumbre de la Tierra, el conjunto de la vida en el
planeta se ha vuelto dramáticamente difícil. El número de personas
hambrientas ha aumentado a casi mil millones, lo que significa que uno de
cada seis seres humanos está pasando hambre, principalmente niños y mujeres
del campo. La expulsión desde nuestras tierras y territorios sigue
avanzando de manera acelerada, ya no sólo por las condiciones de desventaja
que se nos imponen desde los tratados comerciales y el sector industrial,
sino por nuevas formas de acaparamiento de la tierra y el agua, la
imposición global de formas de propiedad intelectual que nos roban nuestras
semillas, por la invasión de semillas transgénicas, el avance de las
plantaciones de monoculivos, los megaproyectos, la minería.

Las grandes promesas de Río 92 han resultado una farsa. El Convenio de
Biodiversidad no detuvo la destrucción de la biodiversidad y fortaleció y
generó nuevos mecanismos destinados a privatizarla y convertirla en
mercancía. La desertificación sigue avanzando de la mano de la agricultura
industrial y la expansión de los agronegocios y de las plantaciones de
monocultivos. El calentamiento de nuestro planeta -con todo los desastres y
el sufrimiento dramático que ya está causando- no se ha detenido, sino que
se ha acelerado y agravado.

El gran engaño de 1992 fue el “desarrollo sustentable”, que inicialmente
las organizaciones sociales vimos como una posibilidad de enfrentar la raíz
de los problemas. Sin embargo, no fue más un lavado de cara de la búsqueda
de nuevas formas de acumulación. Hoy buscan legitimar una nueva fachada,
especialmente bajo el nombre de “economía verde”

*La** “**economía** **verde**” y otras falsas soluciones**:** **un** **nuevo
** **asalto** **a** **los** **pueblos** **y** **sus** **territorios*

La ganancia capitalista ha generado la mayor crisis del sistema desde 1929.
Desde 2008, el sistema hegemónico intenta encontrar salidas a su crisis
estructural, buscando nuevas posibilidades de acumulación quemantengan su
lógica. Es en este contexto que ocurrió la captura corporativa de los
convenios de diversidad biológica y cambio climático y, consecuentemente, el
 desarrollo de esta nueva ingeniería financiera llamadaCapitalismo Verde.

Gobiernos, empresarios y los organismos de Naciones Unidas han pasado los
últimos años construyendo el mito de la “economía verde” y del
“enverdecimiento de la tecnología”. La presentan como la nueva posibilidad
de hacer coincidir el cuidado de la Tierra con los negocios, pero es en
realidad la vía para lograr nuevos avances del capitalismo, hasta poner a
todo el planeta bajo el control de los grandes capitales. Son varios los
mecanismos que se impulsarán a través de la economía verde y todos ellos
aumentarán la destrucción. Más específicamente,

   1.

   La economía verde no busca detener el cambio climático ni el deterioro
   ambiental, sino generalizar el principio que quien tiene dinero puede
   seguir contaminando. Hasta el momento han utilizado la farsa de la compra
   de bonos de carbono para poder seguir emitiendo gases invernadero. Hoy
   están inventando los bonos de biodiversidad. Es decir, las empresas podrán
   seguir destruyendo bosques y ecosistemas, siempre y cuando le paguen a
   alguien para que supuestamente conserve la biodiversidad en algún otro
   lado. Mañana posiblemente inventen los bonos de agua, de paisaje, de aire
   puro.
   2.

   Los sistemas de pago por servicios ambientales se están utilizando para
   quitarle sus tierras y territorios a los pueblos indígenas y campesinos. El
   mecanismo que están impulsando con más fuerza gobiernos y empresas es el
   sistema REDD y REDD plus. Dicen que es un sistema para reducir las
   emisiones de gases invernadero producto de la deforestación y degradación
   de los bosques, pero se está utilizando para imponer, por un pago
   irrisorio, planes de manejo que les niegan a familias y comunidades rurales
   el acceso a sus propias tierras, bosques y fuentes de agua. Además,
   garantizan el acceso irrestricto de las empresas a las áreas de bosque
   colectivo, potencializando la biopiratería. También imponen contratos que
   amarran a las comunidades a esos planes de manejo por 20 años o más y que
   dejan las tierras indígenas y campesinas como prenda hipotecaria, lo que
   crea la posibilidad cierta de que esas comunidades pierdan sus tierras. El
   objetivos de los servicios ambientales es tomar control de los espacios
   naturales de reserva y de los territorios que aún están bajo el control de
   nuestras comunidades.
   3.

   Otra iniciativa de la economía verde es convertir a las plantas, las
   algas y a todos los restos orgánicos (rastrojos, estiércol, etc) en fuente
   de energía para sustituir el petróleo; es lo que llaman “uso de la biomasa”
   . Con los agrocombustibles, esto ha significado que millones de hectáreas
   que debieran estar cubiertas de bosques o produciendo alimentos hoy se
   utilizan para alimentar máquinas. Si efectivamente se generaliza el uso
   energético de la biomasa, veremos que la vida en el mar se reduce aún más
   porque una parte importante de especies marinas se quedará sin alimento,
   que nuestros suelos no recuperarán la materia orgánica que es
   imprescindible para conservar la fertilidad y protegerse contra la erosión
   y la sequedad, y que será imposible alimentar a nuestros animales porque
   los alimentos se harán cada vez más escasos y caros. También se agravará la
   escasez de agua, ya sea por el cultivo de agrocombustibles, ya sea por que
   nuestros suelos no tendrán capacidad para absorber y retener agua al
   faltarles la materia orgánica.
   4.

   Después nos hablan de “agricultura climáticamente inteligente”, que sólo
   busca que aceptemos una nueva Revolución Verde -posiblemente con
   transgénicos- y que en vez de exigir apoyo efectivo para defendernos de los
   efectos del cambio climático, aceptemos pagos irrisorios que funcionarán
   igual que REDD. También buscan imponernos sistemas altamente
   dependientes de grandes cantidades de agrotóxicos, como la siembra directa
   a base de pulverizaciones aéreas de Round Up, los que pasan a ser llamados
   “agricultura baja en carbono.” Es decir, nos obligarán a hacer un cierto
   tipo de agricultura y podremos perder el control sobre nuestros
   territorios, nuestros ecosistemas y nuestra agua.
   5.

   Uno de los aspectos más perversos de las falsas soluciones que se
   impulsan en las negociaciones internacionales es la de restringir el acceso
   y el uso del agua de riego. Usando como pretexto el hecho que el agua de
   riego es escasa, proponen que el agua se concentre en “cultivos de alto
   valor”; es decir que se rieguen los cultivos de exportación, los
   agrocombustibles y otros cultivos industriales, y que se deje de regar los
   cultivos para la propia alimentación
   6.

   El impulso de soluciones tecnológicas que no son solución alguna es
   parte también de la agenda de las discusiones en Río. Entre las más
   peligrosas están la geoingeniería y la aceptación de los cultivos
   transgénicos. Hasta el momento, ninguna de las soluciones propuestas por la
   geoingeniería ha demostrado tener capacidad real de solucionar los
   problemas del clima. Por el contrario, algunas de las formas de
   geoingeniería (como la fertilización de los mares) son tan peligrosas que
   internacionalmente se ha declarado una moratoria sobre ellas. Para que
   aceptemos los transgénicos se nos dice que crearán cultivos resistente a la
   sequía y al calor, pero lo único nuevo en transgénicos es más variedades
   resistentes a herbicidas, las que además están haciendo que vuelvan al
   mercado herbicidas altamente tóxicos, como el 2,4,-D.
   7.

   El plan más ambicioso y lo que algunos gobiernos identifican como “el
   mayor desafío” es el de ponerle precio a todos los bienes de naturaleza
   (como el agua, la biodiversidad, el paisaje, la vida silvestre, las
   semillas, la lluvia, etc), para luego privatizarlos (con la excusa de que
   conservarlos requiere dinero) y cobrarnos por su uso. A esto se le llama
   la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB). Es el asalto
   final a la naturaleza y la vida, pero también a los medios de trabajo y de
   vida de los pueblos que viven de la agricultura, la caza y la pesca.


Este capitalismo “verde” tiene en la mira especialmente los espacios
rurales comunes, la agricultura, la tierra y el agua. Ya estamos sufriendo
sus efectos en la forma de acaparamientos de tierra, privatización del agua
y de los océanos, de los territorios indígenas, de los parques nacionales y
las reservas naturales, todos procesos que están siendo acompañados de
expulsiones forzadas de comunidades campesinas e indígenas.


*La** **solución** **real:** **poner** **al** **centro** **las** **
agriculturas** **campesinas** **e** **indígenas*

Los pueblos campesinos e indígenas somos quienes concentramos los mayores
niveles de pobreza, porque se nos ha despojado de la tierra y se nos ha
cercado por la ley o por la fuerza para que no podamos cultivar e
intercambiar libremente. Sin embargo, somos pueblos que seguimos
resistiendo la expulsión desde el campo, y aún somos más del 90% de la
población rural. Nuestras formas de hacer agricultura enfrían el planeta,
cuidan los ecosistemas y aseguran la alimentación para los sectores más
pobres.

Toda solución real pasa por detener el lucro desenfrenado del capital,
acabar con la complicidad de los gobiernos y apoyar las formas de
producción que efectivamente cuiden el planeta. La Soberanía Alimentaria es
parte del corazón de los cambios necesarios, el único camino real para
hacer posible alimentar a toda la humanidad. Nuestras propuestas son claras
y entregan soluciones reales:

   1.

   Debemos cambiar el sistema alimentario industrial agroexportador por un
   sistema basado en la soberanía alimentaria, que devuelva a la tierra su
   función social como productora de alimentos y sustentadora de la vida, que
   ponga en el centro la producción local de alimentos, los circuitos de
   comercialización y procesamiento local. La soberanía alimentaria permite
   acabar los monocultivos y los agronegocios, fomentar los sistemas de
   producción campesina que se caracterizan por su mayor intensidad y
   productividad, su capacidad para dar trabajo, cuidar el suelo y entregar
   una producción sana y diversificada. La agricultura campesina e indígena es
   también la que puede enfriar el planeta; con capacidad de absorver o evitar
   hasta 2/3 de los gases invernaderos que se emiten cada año.
   2.

   La tierra actualmente en manos campesinas e indígenas es alrededor del
   20% de la tierra agrícola a nivel global. Si embargo, con esa tierra las
   familias y comunidades campesinas e indígenas producimos al menos la mitad
   de la alimentación mundial. En nuestras manos está la forma más segura y
   eficiente de superar el hambre en el mundo.
   3.

   Para asegurar alimentación para todos y restaurar la normalidad
   climática en la tierra, es necesario que la agricultura vuelva a ser una
   tarea en manos principalmente de comunidades campesinas y pueblos
   indígenas. Para ello debe hacerse de manera urgente reformas agrarias
   integrales y de gran amplitud, que acaben con la concentración extrema y
   creciente de la tierra que hoy afecta a la humanidad. Esas reformas
   agrarias son las que darán las condiciones materiales para que la
   agricultura cumpla su papel en beneficio de la humanidad entera y por ello
   la defensa y protección de las agriculturas campesinas e indígenas es hoy
   una tarea de todas y todos. En lo inmediato, es necesario detener todos las
   transacciones, concesiones y traspasos que signifiquen concentración o
   acaparamiento de tierras y/o desplazamiento de comunidades rurales.
   4.

   Los sistemas campesinos e indígenas de agricultura, caza, pesca y
   pastoreo que ayudan a cuidar la tierra y la alimentación deben ser apoyados
   adecuadamente con fondos y medios públicos no condicionados. Los mecanismos
   de mercado -como venta de carbono y servicios ambientales- deben
   desmontarse de inmediato y reemplazarse por medidas reales, como las que
   mencionamos más arriba. Detener la contaminación es un deber que nadie
   puede evadir comprando derechos a seguir destruyendo.
   5.

   El uso legítimo de lo que ahora organismos internacionales y
   empresariales llaman biomasa es alimentar a los seres vivos y volver a la
   tierra para restaurar su fertilidad. Las emisiones provenientes del
   derroche de energía deben reducirse en base al ahorro y el fin del
   despilfarro. Necesitamos fuentes de energía renovable decentralizados, al
   alcance de los pueblos.

*Todos** **movilizados** **para** **desenmascarar** **Rio+20** **y** **el**
**capitalismo** **verde*

Nosotros y nosotras, campesinos y campesinas, agricultores y agricultoras
familiares, campesinos y campesinas sin tierra, pueblos indígenas y
migrantes -hombres y mujeres- nos oponemos decididamente a la
mercantilización de la tierra, nuestros territorios, el agua, las semillas,
los alimentos, la naturaleza y la vida humana. Reiteramos lo dicho en la
Cumbre de los Pueblos en Cochabamba, Bolivia: “La humanidad está frente a
una gran disyuntiva: continuar el camino del capitalismo, la depredación y
la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el
respeto a la vida.”

Repudiamos y denunciamos la economía verde como una nueva máscara para
ocultar mayores niveles de codicia de las corporaciones y del imperialismo
alimentario en el mundo y como una forma brutal de lavarle la cara al
capitalismo, que sólo impone falsas soluciones, como el comercio de
carbono, REDD, la geoingienería, los transgénicos, los agrocombustibles, el
bio-char y todas las soluciones de mercado a la crisis ambiental.

Nuestro reto es restituir otra manera de relacionarnos con la naturaleza y
entre los pueblos. Ese es también nuestro deber y nuestro derecho y por
ello seguiremos luchando y llamamos a seguir luchando incansablemente por
la construcción de la soberanía alimentaria, por la reforma agraria
integral y la recuperación de los territorios indígenas, por poner fin a la
violencia del capital, y por restituir los sistemas campesinos e indígenas
de producción basados en la agroecología.

NO A LAS FALSAS SOLUCIONES DEL CAPITALISMO VERDE

AGRICULTURA CAMPESINA YA!
------------ próxima parte ------------
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