[un/loquer] bonito

Cristian Paul Peñaranda Rojas paul at kristianpaul.org
Mon Oct 31 16:04:21 UTC 2011


muy buen texto,

reenviandolo a otros lugares de seguro !


On Mon, Oct 31, 2011 at 02:19:30PM +0100, Eliette Restrepo wrote:
> "...la libertad es mas importante que la innovacion. De hecho, la innovacion no
> vale nada sin libertad. Sacrificaria sin dudarlo toda la innovacion por la
> libertad"
> 
> Richard Stallman
> 
> 
> http://www.m-x.com.mx/2011-06-12/richard-stallman-un-hombre-sin-hogar/
> 
> Richard Stallman, un hombre sin hogar
> 
> .
> 
> Para unos es un loco; para otros, un extremista. Richard Stallman es, sin duda,
> un personaje trascendental de la era de la informaci n, cuya influencia podr a
> ser a n mayor despu s de su propio tiempo de vida. Es, tambi n, un hombre que
> ha perdido a su familia y que cuando pens  que por fin hab a encontrado un
> lugar especial al cual llamar hogar, lo perdi ,  a pesar de lo mucho que hizo
> para evitar su destrucci n.
> 
> Hace unas semanas Stallman estuvo en el DF y emeequis pudo charlar de manera
> peculiar con  l: dada su costumbre de nunca hospedarse en hoteles, reportero y
> fot grafo fungieron como sus choferes y acompa antes.
> 
> Inusual entrevista con inusual personaje.
> 
> .
> 
> Por Diego Mendiburu
> Fotograf as: Eduardo Loza
> 
> .
> 
> Richard necesita ponerse unos calcetines, y  r pido.
> 
> Con su caracter stica barba larga y retorcida, una prominente barriga, una
> cabellera que inicia negra y termina gris y se extiende hasta ocultarle los
> hombros, me espera en el umbral de un departamento justo al inicio de la calle
> de Bol var, esquina con Brasil, en el Centro Hist rico de la Ciudad de M xico.
> 
> Quienes no lo conozcan dir an que estoy frente a un hippie gringo que vino de
> mochilazo a conocer la capital. Si se le juzga por su apariencia y sus h bitos,
> tendr an raz n.
> 
> Pero no es un visitante cualquiera, y no se est  poniendo unos calcetines para
> ir a conocer Xochimilco o las pir mides de Teotihuac n. Este sujeto de ojos
> claros y rostro extra amente ani ado se llama Richard Stallman y es una de las
> personas que mayor influencia ha tenido en el desarrollo de la industria del
> software, tanto como Bill Gates o Steve Jobs. No ha sido nombrado la persona
> del a o por la revista TIME ni Forbes le ha dedicado media docena de p ginas
> gracias a su  xito econ mico porque a  l lo que menos le interesa es el poder o
> el dinero.
> 
> Stallman quiere ser libre y que todos lo seamos, al menos frente a una
> computadora.
> 
> En 1983 comenz  a desarrollar, con apoyo de quienes se le han sumado a su
> causa, un sistema operativo inform tico totalmente libre. A la postre, la
> iniciativa de Stallman se ha convertido en un movimiento de miles, quiz 
> millones de personas, cuyos principios  ticos y filos ficos han influenciado no
> s lo al mundo de la inform tica, sino a la cultura, las artes y la sociedad.
> 
> Ahora no hay tiempo para explicar la influencia de este hombre que a n sigue
> buscando unos calcetines. Necesitamos irnos ya. Lo est  esperando el senador
> Francisco Javier Castell n Fonseca desde hace 15 minutos.
> 
> Extra a oportunidad para realizar una entrevista: debemos recoger a Stallman en
> el estudio donde se est  quedando, llevarlo a dar una conferencia al Senado y
> luego tratar de conversar con  l camino al aeropuerto.
> 
> Al fin se pone unos zapatos negros, cierra su prominente maleta, guarda en una
> mochila su peque a computadora Yeeloong, de fabricaci n china y  nica en el
> mundo por usar s lo software libre.
> 
> Salimos a la calle para abordar el auto que nos llevar  al auditorio Sebasti n
> Lerdo de Tejada  del Senado. Pero hay un problema.
> 
>   Pongan la maleta atr s!  ordena Stallman al tiempo que se ala la cajuela.
> 
>  No se puede, la traigo llena  responde Eduardo Loza, fot grafo y ruletero por
> una tarde.
> 
>   Y entonces, d nde?
> 
>  Aqu , en los asientos traseros.
> 
>   No!  No se puede!  No podemos dejar mi maleta en un auto sin que nadie la
> vigile!  Stallman comienza a elevar el volumen, desesperarse .  En qu  est n
> pensando ustedes!
> 
> A ratos gru  n, el padre del software libre se concentra en el teclado de su
> computadora una vez en el auto. No gusta de la conversaci n ligera. Despu s nos
> enteraremos por qu .
> 
> * * *
> 
> Imag nese que compra un auto nuevo. Pero usted tiene prohibido abrir el cofre y
> conocer su motor, identificar el tanque de gasolina, la bater a, el carburador.
> Imagine tambi n que no puede cambiarle la radio, ponerle rines deportivos o
> cambiarle el escape. Por  ltimo, imagine que ese auto en realidad no es suyo,
> sino que usted s lo tiene una  licencia  para usarlo, adem s no puede prest 
> rselo a nadie.
> 
>  Absurdo? Pues eso es muy parecido a lo que sucede actualmente con la industria
> del software.   Por qu  permitimos que funcione as ? , se pregunta Stallman.
> 
> El software libre es la alternativa a ese modelo que las m s grandes empresas
> de la programaci n han impuesto.
> 
>  El software libre es aquel que respeta tu libertad y la solidaridad social de
> tu comunidad , define Stallman frente a un auditorio lleno. La otra
> posibilidad, a ade, es el software privativo, llamado as  porque  priva a sus
> usuarios de la libertad .
> 
> El software libre debe reunir cuatro caracter sticas para poder ser
> identificado como tal:
> 
> 1) La libertad de ejecutar el programa para cualquier prop sito.
> 
> 2) La libertad de estudiar c mo funciona el programa y la posibilidad de
> adaptarlo de acuerdo a las necesidades del usuario (el acceso al c digo fuente
> del programa es una pre condici n para esto).
> 
> 3) La libertad de distribuir copias como acto de solidaridad con el vecino.
> 
> 4) La libertad de mejorar el programa y hacer esas mejoras p blicas, para que
> toda la comunidad se beneficie.
> 
>  Es un software  tico, distribuido de manera  tica. Un programa privativo es un
> yugo, una trampa. Si tiene funcionalidades atractivas son el cebo de la trampa
> para que la gente abandone su libertad. El software privativo no deber a
> existir.
> 
> Su existencia, su uso es un problema social. Y deber amos eliminarlo  conmina
> Stallman frente a las c maras del Canal del Congreso , pues suele tener
> funcionalidades malignas .
> 
> Le dan la raz n algunos sucesos recientes:
> 
> En 2009, la empresa Amazon borr  por accidente y de forma remota la novela 1984
> , de George Orwell, de las tabletas lectoras de libros Kindle de miles de sus
> clientes.
> 
> Recientemente se supo que los tel fonos iPhone registraban, sin autorizaci n,
> todas las coordenadas del GPS del aparato, lo que significa que potencialmente
> Apple, o quien  vulnerara la seguridad del dispositivo, podr a haber
> monitoreado la ubicaci n precisa de cada usuario.
> 
> Eso no pasar a con el software libre, ya que al ser p blico su c digo
> cualquiera puede detectar funciones inconvenientes y eliminarlas de inmediato.
> 
> ( No tengo tel fono port til porque reconoc , cuando aparecieron, que son el
> sue o de Stalin, son dispositivos de vigilancia y seguimiento de la gente  me
> dir  en alg n momento Stallman . Si hace 20 a os alguien te hubiera preguntado
>   quieres llevar un dispositivo que diga cada minuto d nde est s al gran
> hermano? , hubieras dicho que esa era una pregunta absurda, que evidentemente
> no ).
> 
> El senador Castell n agradece al f sico y programador en cuanto  ste finaliza
> su intervenci n.
> 
> Entonces vemos otra de las escenas que han conformado la pol mica reputaci n de
> Stallman: su obsesi n por jam s utilizar software privativo, incluso cuando se
> le hace una entrevista para radio o televisi n.
> 
>  Quiero agradecerle a Richard, que tiene las puertas abiertas del Senado de la
> Rep blica; su conferencia y el foro est n siendo transmitidos en vivo por el
> Canal del Congreso y 
> 
>   Pero es un canal de emisi n de ondas electromagn ticas o por internet?  
> interrumpe ansioso Stallman.
> 
>  Ambos  le responde el senador.
> 
>  Pero, en internet  qu  formato usan?
> 
> La gente echa a re r y Richard aumenta el volumen de su voz. Aqu  no hay
> ninguna broma.
> 
> Stallman rechaza entrevistas que ser n publicadas en formatos de video o audio
> que no son de software libre.
> 
>  Los formatos que suelen usarse para videos son un obst culo para el software
> libre. Este es un asunto muy importante, el Senado tiene que cambiar por un
> formato que no imponga el uso de software privativo, como WebM u Ogg Vorbis 
> 
>  Gracias por la recomendaci n, Richard  le responde el legislador . Vamos a
> hacer un receso.
> 
> * * *
> 
> La vida de Stallman est  marcada por la p rdida.
> 
> El nacimiento del software libre, si bien tiene profundas ra ces filos ficas y
>  ticas, obedece tambi n a la necesidad de este hombre de encontrar un hogar.
> 
> Stallman naci  el 16 de marzo de 1953 en Manhattan, Nueva York, hijo de una
> pareja de jud os. Su madre, profesora sustituta de arte; su padre, un veterano
> de la Segunda Guerra Mundial que siempre estaba enojado, seg n recuerda
> Richard.
> 
>  Nunca gritaba  ha comentado en entrevistas previas  pero ten a una manera fr a
> y ofensiva de criticarte .
> 
> Sus padres se divorciaron cuando Stallman apenas rebasaba los cinco a os. Pas 
> el resto de su infancia viviendo de lunes a viernes con su madre y los fines de
> semana con su padre. Ah  perdi  su primer hogar.
> 
>  En mi tristeza, sol a pensar  quiero ir a casa   Me refer a a un lugar
> inexistente que nunca encontrar  , dijo Stallman en una entrevista publicada en
> 2002.
> 
> Tambi n pas  mucho tiempo con sus abuelos paternos. Cuando cumpli  10 a os,
> ambos murieron consecutivamente. Esta p rdida fue devastadora para Stallman,
> quien ha dicho que sol a encontrar con ellos un ambiente amoroso y gentil. Hab 
> a vuelto a perder un hogar.
> 
> No encontrar a el siguiente sino hasta que entr  a la universidad, porque sus a
>  os en la educaci n media fueron terribles. Nunca logr  socializar con sus
> compa eros de escuela, era inh bil para los deportes y se rehusaba a escribir
> tareas que no fueran de matem ticas y ciencias exactas.
> 
>  De adolescente no comprend a las relaciones con los otros. No sab a
> participar. No soy buen conversador, no me interesa hablar del clima o cosas
> sin importancia, y no comprendo por qu  otros lo hacen. Para m  es pura
> molestia si alguien me invita a hacerlo  platica mientras viajamos rumbo al
> aeropuerto, luego de que el mal humor se esfum  junto con el estr s de su
> conferencia.
> 
>  Pero esas pl ticas ayudan a establecer un v nculo con las personas  le digo.
> 
>  Para m  eso no es un v nculo, es s lo una molestia  responde en el perfecto
> espa ol, idioma que aprendi  emp ricamente, como el franc s.
> 
> Su madre, ya fallecida, admiti  en 2002 que su hijo podr a ten a  algunas de
> las caracter sticas de un ni o autista  lamento no haber sabido m s sobre el
> autismo en ese entonces .
> 
> Stallman se describi  como  casi autista  en una entrevista, y cree que si
> hubiera nacido 40 a os despu s hubiera sido diagnosticado con s ndrome de
> Asperger, que se diferencia del autismo en tanto que el sujeto no observa
> retraso en el desarrollo del lenguaje.
> 
> Considerado un ni o prodigio en las ciencias exactas y siendo un insaciable
> devorador de libros, Stallman ingres  a un curso de ciencias y matem ticas de
> fin de semana en la Universidad de Columbia, especialmente dise ado para
> estudiantes superdotados. Inclusive ah  fue considerado por sus compa eros como
>  demasiado intenso  y que  asustaba .
> 
> A los 12 a os comenz  su fascinaci n por las computadoras al recibir de un
> maestro el manual de una IBM 7094, pudo tocar una hasta los 16. Entonces cay 
> sobre  l la amenaza de la guerra de Vietnam.
> 
>  Tem a ser enviado a Vietnam, el miedo me aplast  durante a os  relata rumbo al
> aeropuerto . Pero tuve suerte. No me enrolaron porque al  ltimo momento consegu
>   una exenci n de estudiante .
> 
> A pesar de oponerse a la guerra en Vietnam, Stallman no particip  en las
> protestas de la  poca. Sus fuertes convicciones pol ticas se manifestar an
> mucho despu s. Ingres  a la prestigiosa Universidad de Harvard, donde estudi 
> una licenciatura en F sica.
> 
> En Harvard su curiosidad por la inform tica aument , al punto que sus visitas a
> los laboratorios de c mputo se hac an cada vez m s frecuentes. Pronto comenz  a
> programar, y en cuanto termin  su licenciatura decidi  acudir al laboratorio de
> inteligencia artificial del Instituto Tecnol gico de Massachussets, el famoso
> MIT. De inmediato fue contratado.
> 
> Ah  encontr  un laboratorio completamente distinto a los que hab a conocido
> antes: hab a una verdadera  cultura hacker , como  l mismo la define, un
> ambiente en donde mentes brillantes encontraban soluciones ingeniosas a
> problemas complejos, donde cualquiera pod a sentarse frente a una computadora y
> empezar a programar, y donde todos compart an un objetivo: escribir el mejor
> software. Nada de hacer dinero, obtener fama o demostrar ser mejor que los dem 
> s. Un ambiente de camarader a, fraternidad  una nueva familia.
> 
> * * *
> 
> Richard Matthew Stallman cre a haber hallado, al fin, su verdadero hogar.
> Estaba equivocado. Impotente, lo vio desintegrarse ante sus ojos.
> 
> El software libre, contrario a lo novedoso que puede ser el t rmino para
> algunos, precede al software privativo. Antes, cuando Stallman comenz  a
> programar en los laboratorios universitarios, el  nico software que exist a era
> aquel que se pod a estudiar, copiar, modificar y mejorar con total libertad, ya
> sea dentro de las aulas o afuera mediante Arpanet, la red de computadoras que
> posteriormente se convertir a en la red de redes, la internet.
> 
>  Participaba en una comunidad de software libre ya madura, que ya usaba un
> sistema operativo libre, y me emplearon para participar en su desarrollo. No
> era tan grande, quiz  unos cientos de personas. Ten amos costumbres muy
> arraigadas, como la consideraci n  tica de los asuntos, tradiciones de c mo
> colaborar, cooperar con otros .
> 
> La primera vez que Stallman se top  con su enemigo, el software privativo, fue
> cuando un programador de la empresa Xerox se neg  a darle el c digo fuente de
> una impresora. Richard quer a modificarlo para que le avisara a los usuarios
> cuando el papel se hab a atascado, una modificaci n sencilla que mejorar a la
> vida de todos dentro del laboratorio, ya que la impresora estaba muy lejos.
> 
> La segunda vez fue mucho peor. A principios de los ochenta los programadores
> del laboratorio se dividieron en dos grupos, presionados por quienes quer an
> comercializar lo que produc an. Unos fundaron la compa  a Symbolics, cuya
> intenci n era reemplazar el software libre del laboratorio con su propio
> software privativo.
> 
>  Cuando fueron las protestas de Vietnam no me imaginaba actuando pol ticamente.
> Gan  la fuerza para actuar durante los a os en el MIT, porque ten a que actuar
> de peque as maneras dentro del laboratorio para mantener la libertad
> tradicional. Eso me prepar  para una lucha m s fuerte, pues comenz  a morir la
> comunidad por la divisi n entre sus miembros.  Qu  habr a podido hacer yo para
> que los ex empleados volvieran?  C mo convencerlos? .
> 
> Stallman, quien sol a dormir en el laboratorio, se qued  pr cticamente solo.  
> Eso me puso muy triste, pero encontr  una manera de contraatacar, de resistir.
> 
> Nos dieron un ultim tum: Symbolics, empresa a la que no prefer a, exigi  a
> todos en el laboratorio elegir un lado u otro, as  que la  nica reacci n era
> elegir el lado opuesto y batirse .
> 
> Symbolics quer a que todas las computadoras usaran su sistema operativo y que
> se abandonara el anterior, que era software libre. Para evitarlo, Stallman
> integraba todas las caracter sticas del sistema de Symbolics al sistema
> operativo anterior, con tal de evitar su obsolescencia.
> 
> Trabaj  arduamente dos a os. Al final el MIT decidi  comprar unas m quinas que
> s lo funcionaban con el software de Symbolics. Stallman comprendi  que su
> tiempo en el laboratorio hab a terminado. Hab a vuelto a perder su hogar.
> 
> Pronto anunci  en grupos de noticias de Arpanet el desarrollo de GNU, un
> sistema operativo totalmente libre que podr a ser utilizado en cualquier m 
> quina del planeta.
> 
> El nombre GNU es  un acr nimo recursivo  pero no tengo tiempo de explic rselos
>  , abrevi  en su conferencia del Senado.
> 
> En realidad es una broma, porque significa  GNU No es Unix , en referencia al
> muy a ejo Unix que, sin embargo, ha sido cimiento de muchos sistemas operativos
> modernos, como Mac OS X.
> 
> Stallman fund  la organizaci n no lucrativa Free Software Foundation para
> coordinar la creaci n de su sistema operativo.  Quer a crear otra comunidad de
> software libre, una que reemplazara la comunidad perdida. No deseaba pasar toda
> mi vida sufriendo un acto injusto, quer a construir algo nuevo. Por eso comenc 
> el desarrollo de GNU .
> 
> La Free Software Foundation redact  en 1989 la Licencia P blica General de GNU
>  m s conocida por su nombre en ingl s GNU General Public License o GPL , cuyo
> prop sito es declarar que el software cubierto por esta licencia es libre y,
> por tanto, est  protegido contra intentos de apropiaci n que restrinjan la
> libertad de los usuarios.
> 
> Cabe aclarar que el software libre no necesariamente es gratuito. Los
> programadores son libres de cobrar o no por su programaci n.
> 
> Stallman desarroll  muchos programas del sistema operativo, pero a n no
> terminaba de escribir el n cleo, es decir, el software que se encarga de que el
> resto de los programas tengan acceso al hardware de la computadora. En 1989 un
> ingeniero finland s liber  el n cleo Linux bajo la licencia GPL, colocando la  
> ltima pieza del rompecabezas. As  naci  el sistema operativo GNU/Linux, que hoy
> es utilizado aproximadamente por 1.5 por ciento de las computadoras del mundo.
> 
> Es un n mero peque o, pero es, por mucho, el sistema m s utilizado en
> servidores de internet por su confiabilidad  63 por ciento, seg n el sitio
> especializado W3Techs  y tiene 33 por ciento del mercado de tel fonos m viles
> inteligentes a trav s de Android, de Google, basado en GNU/Linux.
> 
> Stallman todav a extra a aquellos a os en el laboratorio. A mediados de los
> noventa dej  de programar y hoy se la pasa viajando por todo el planeta
> predicando las bondades del software libre, que no se desarrolla dentro de su
> fundaci n sino que m s bien es impulsado por miles, quiz  millones de personas
> en todos los pa ses.
> 
>  No tengo un hogar. Despu s de la muerte de la comunidad del laboratorio del
> MIT nunca he tenido un hogar.
> 
> Estoy algo triste, pero  qu  puedo hacer? .
> 
> * * *
> 
> Conversamos en el auto. Richard se toma una de las hebras retorcidas de su
> cabellos canos y la recorre con sus dedos  ndice y pulgar hasta la punta. Se
> mete la punta a la boca y la cercena delicadamente con sus dientes frontales.
> Luego la saca de su boca con los dedos. Lo hace una y otra vez.
> 
> Man a no tan extra a para un hombre no tan ordinario.
> 
> Llegamos al aeropuerto. Luego de hacer el papeleo, Richard dice que tiene
> hambre. Quiere una sopa. Al no dar con alguna que le apetezca, opta por
> comprarse un par de bizcochos de una famosa cadena estadunidense.
> 
> Stallman nunca se hospeda en hoteles, siempre duerme en las casas de
> simpatizantes de la causa del software libre que le abren las puertas de sus
> hogares e inclusive le pagan o le cocinan sus alimentos.
> 
>  Despu s de 10 a os en el MIT, que no pagaba muy bien, segu  la vida de
> estudiante. Cuando lanc  el movimiento del software libre decid  vivir barato
> para no ser esclavo del dinero; para poder hacer lo que me pareciera justo
> necesitaba, primero, no depender del dinero. S  que hubiera podido dedicarme a
> programar en el mundo del software privativo y ganar mucho dinero, pero esa
> hubiera sido una vida fea, de verg enza. Habr a pasado el resto de mi vida
> lamentando lo que hac a .
> 
> Sentados en el  rea de comida de la terminal a rea, Richard deshace el brownie
> de chocolate y el cruller glaseado que compr , para llevarse los pedacitos a la
> boca.
> 
>  Me pagan por dar conferencias. No tengo ingresos enormes y no los necesito, mi
> vida no es muy cara. Lo que deseaba realmente no era lo material, lo que se
> vende. Las cosas que m s faltaban en mi vida no se vend an.  Por qu  buscar m s
> dinero? Estoy muy contento, los lujos no podr an haberme hecho tan feliz como
> haber logrado algo .
> 
> Y vaya que lo ha logrado. Stallman ha recibido m ltiples reconocimientos por su
> f rrea defensa del software libre, como una beca de la MacArthur Foundation en
> 1990, y media docena de doctorados honoris causa de parte de universidades de
> todo el mundo.
> 
> La influencia de Stallman es tal que su filosof a ha inundado tambi n el mundo
> de la cultura: el acad mico Lawrence Lessig cre  las licenciaturas Creative
> Commons, que son el equivalente de la licencia GPL para los productos
> culturales. En 2004 public  su libro Cultura libre, que trata sobre los excesos
> de las leyes de derechos de autor, la pirater a y el copyleft  t rmino acu ado
> por Stallman , que consiste en permitir la libre distribuci n de copias y
> versiones modificadas de una obra u otro trabajo, exigiendo que los mismos
> derechos sean preservados en las versiones modificadas.
> 
> Falta una hora para que el avi n de Richard despegue. Se dirige a Boston,
> Massachussetts, donde tiene un peque o departamento. Estar  poco tiempo: en
> menos de una semana volar  de nuevo, esta vez hacia Innsbruck, Austria.
> 
> Es hora de la  ltima pregunta.
> 
>   La comunidad del software libre puede innovar a la misma velocidad que lo
> hacen las grandes empresas?
> 
>  No s , pero es un asunto secundario, porque la libertad es m s importante que
> la innovaci n. De hecho la innovaci n no vale nada si viene sin libertad.
> Sacrificar a sin dudarlo toda la innovaci n por la libertad.
> 
> Un muchacho delgado y moreno deambula por nuestra mesa. Al fin se anima. Se
> acerca a Richard, le pide un aut grafo.
> 
>   Esta aqu  por coincidencia?  le pregunta Stallman.
> 
>  No, sab a que su avi n sale a la una de la tarde  le responde el joven.
> 
>  Este es un suceso  nico en mi vida  dice Stallman, con una profunda sonrisa .
> Nunca me hab a buscado nadie en el aeropuerto. Raras veces alguien me reconoce,
> y es agradable. Pero no todas las semanas. Soy un poquito c lebre, no mucho  
> festeja antes pasar a la sala de abordaje y subirse al avi n que lo llevar  a
> ese lugar donde vive unos cuantos meses del a o, pero al que nunca podr  llamar
> hogar.  
> 

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